Una estancia con una familia en otro país supone tener que compartir hogar con personas ajenas. Y esto, obviamente, tiene sus pros y sus contras. Para que puedas sopesarlos y decidir si esta es la mejor solución para que tus hijos aprendan inglés u otro idioma, aquí te dejamos una guía con los puntos más importantes que has de valorar.
1. El alojamiento con una familia en el extranjero es más barato que una habitación en un hotel. Por ello, ahorrarás dinero. Eso sí, tu hijo vivirá en la casa de otra persona, lo cual le supondrá cierta pérdida de privacidad, y tendrá que cumplir algunas normas mientras esté allí.
2. Tu hijo vivirá con hablantes nativos, con quienes compartirá todo tipo de situaciones. Gracias a esto, logrará la tan deseada inmersión lingüística, básica para aprender más eficazmente inglés u otro idioma. Sin embargo, aunque el aprendizaje será más rápido que de cualquier otra manera, no es inmediato; todo necesita su tiempo.
3. La familia anfitriona cocinará para tu hijo comidas caseras, sanas y hechas con cariño; pero no habrá tanta variedad de platos como en un restaurante.
4. Los anfitriones le ofrecerán una bienvenida cálida y acogedora, y lo tratarán como a uno más. Pero es posible que tengan ciertas normas de convivencia, que tu hijo tendrá que cumplir.
5. La familia anfitriona podrá enseñarle lugares auténticos del país, rincones secretos a los cuales nunca llegaría como turista. Aunque cabe la posibilidad de que tu hijo sea una persona que prefiere descubrir el mundo por sí mismo.
6. A veces, la distancia hace que los estudiantes sientan nostalgia, y que echen de menos a los suyos. Este es un proceso normal, un camino (generalmente, corto) que han de recorrer ellos solos. Si esto le sucediese a tu hijo, la familia anfitriona le echaría una mano para que se sintiese arropado.
7. Una estancia en el extranjero con una familia ayudará a que tu hijo aprenda inglés u otro idioma, pero también le puede suponer situaciones desagradables; al fin y al cabo, estará conviviendo con extraños. Por ello, es importante entablar una relación con los posibles anfitriones antes del viaje (por ejemplo, con el seguro sistema de mensajería online de Lingoo, o por Skype). Hablar sobre preferencias y estilos de vida antes de hacer la reserva le evitará a tu hijo enfrentarse a situaciones incómodas que pueden surgir en la convivencia (aunque esto no quita que puedan surgir desavenencias por otras cuestiones).
8. Es posible que tu hijo eche de menos a los amigos de su ciudad, y que sus anfitriones no quieran invitarles a su casa. En cierto modo, esto forma parte de la experiencia de inmersión lingüística. La mayoría de los estudiantes deciden pasar tiempo con su familia de acogida, lo que probablemente sea la mejor manera de construir una relación de amistad cercana y duradera.
Esta es solo una guía rápida, que esperamos que te ayude a la hora de considerar todas las opciones posibles para aprender inglés u otro idioma en el extranjero. Puedes encontrar más información y consejos sobre alojarse con una familia aquí.